Los intrumentos que cobran relevancia en el romanticismo son el violín, pero en especial el piano. La plantilla orquestal aumenta, con lo cual aumenta el volumen sonoro de la orquesta y diferentes cambios tímbricos.
La trompa y la trompeta aparecen con pistones, la tuba experimenta cambios (en obras de Wagner y Mahler), se inventó el saxofón.
En cuanto a la percusión se sigue con el timbal, pero se incluye el triángulo, el bombo y el tambor militar.
También aparece en este periodo el acordeón, el armonio, el cornetín y la celesta (utilizada por ejemplo por Tchaikovsky en el Cascanueces).